Viaje a Grecia

Día 2 Cabo Sunión - Atenas (85 Km.)

(a 9 Km.) Templo de Poseidón: Empezamos nuestro viaje por la Grecia continental en el cabo Sunión. Tras dormir y desayunar en Lavrio, vamos a visitar uno de los templos más bonitos de Grecia, el templo de Poseidón, construido entre 444–440 aC. El diseño de los peripteros del templo es un hexastilo típico, es decir, tenía un pórtico frontal con seis columnas dóricas. El edificio del templo era rectangular, con una columnata en los cuatro lados que abarcaba la peristasis. El número total de columnas originales de la columnata exterior fue 34. 15 Las columnas siguen en pie hoy. Las columnas son del orden dórico.

Fueron hechas de mármol blanco extraído localmente en Laureotic Olympus. Tenían 6.10 m de alto, con un diámetro de 1 m en la base y 79 cm en la parte superior. En la base de una de las columnas podemos observar la firma de Lord Byron. Además de la belleza del propio templo, destaca por su ubicación, situado en una colina a unos 60 por encima del mar. El lugar es también famoso por ofrecer unas espectaculares puestas de sol. A unos pocos metros del Templo de Poseidón se encontraba el templo de Atenea Sounias, pero hoy apenas queda nada de él.

(a 76 Km.) Atenas: Empezamos nuestra visita por la capital de Grecia por Templo de Zeus Olímpico (también conocido como el Olimpeion). Había la opción de comprar por 30€ un billete para varios monumentos, incluyendo la Acrópolis y las ágoras, pero decidimos comprar los tickets por separado ya que en invierno el precio de las entradas cuesta la mitad. El templo fue construido en mármol en el monte Pentélico. Aunque comenzado en el siglo VI a. C., no fue terminado hasta el reinado del emperador Adriano, en el siglo II. Medía 96 metros de largo y 40 metros a lo ancho. Contaba de 104 columnas corintias, cada una de 17 metros de alto. Sólo 16 de estas columnas sobreviven hoy, 13 de ellas, en el lado este, en pie. De las tres restantes, en el lado oeste, una se derrumbó en 1852 y está todavía tendida donde cayó. En una de las esquinas del exterior del recinto encontramos el Arco de Adriano, construido en el año 131 de mármol del Monte Pentélico , Su diseño es totalmente simétrico de delante a atrás y de lado a lado. La luz del arco del nivel inferior es de 6,5 metros de ancho y está sostenido por pilastras de capiteles corintios. En el superior, otros pilares similares se colocaron en las esquinas de la parte baja.

Avanzamos por la calle Leof. Vasilissis Olgas hasta llegar al Estadio Panathinaikó, también conocido como el Kallimármaro ("mármol hermoso"), un estadio de atletismo que acogió la primera edición de los Juegos Olímpicos Modernos en 1896. Reconstruido a partir de los restos de un antiguo estadio griego, el Panathinaiko es el único estadio importante en el mundo construido enteramente de mármol blanco (del Monte Pentélico) y uno de los estadios más antiguos del mundo. En los tiempos antiguos, fue utilizado para alojar la parte atlética de los Juegos de las Panateneas, en honor de la diosa Atenea. Durante la época clásica, el estadio tenía asientos de madera. Fue reconstruido en mármol, por el Arconte Licurgo, en el año 329 a. C. y fue ampliada y renovada por Herodes Ático, en el año 140 d. C., con una capacidad de 50 000 asientos. Actualmente tiene capacidad para 45.000 espectadores.

Tras cruzar a través del parque en el que está del jardín nacional de Atenas y el Záppeion, llegamos a la plaza Sintagma o Plaza de la Constitución. La plaza está presidida en su parte más alta por el parlamento de Grecia y la Tumba del Soldado Desconocido, decorada con un evocativo relieve de un soldado hoplita moribundo. La plaza fue inaugurada el 25 de marzo de 1932 durante el "Día de la Independencia". La tumba está flanqueada por textos de la famosa oración fúnebre de Pericles. Las otras paredes de la plaza están cubiertas con escudos de bronce que celebran las victorias militares desde 1821. La Guardia Nacional (évzones) patrulla continuamente delante de la tumba, vestidos con sus famosos uniformes de fustanela y zuecos. Nos quedamos a ver el cambio de la guardia que se realiza cada hora.

Desde que la plaza Syntagma comienza la calle Ermou, una zona peatonal y la calle comercial más conocida y concurrida de la ciudad. Con tiendas de moda y centros comerciales que promocionan la mayoría de las marcas internacionales, se encuentra entre las cinco calles comerciales más caras de Europa. En el cruce con la calle Kapnikareas encontramos una pequeña plaza en el centro de la cual vemos la Iglesia Bizantina de Panaghia Kapnikarea, una de las iglesias más antiguas de Atenas. Se estima que la iglesia fue construida en algún momento del siglo XI. Si hubiéramos continuado por la calle Ermou, habríamos llegado al barrio de Monastiraki. En lugar de eso, fuimos a la izquierda, donde vimos la Catedral Metropolitana de Atenas y el barrio de Plaka.

Entre la calle Ermou y la Acrópolis encontramos el barrio de Plaka. Se le considera la zona más atractiva y colorida de Atenas. Se trata de una barrio que tras el período de ocupación otomana, en el cual fue destruida la urbanización de planta regular (típicamente grecolatina), se urbanizó sin planificación, ajustándose a los accidentes del relieve. Esto ha dado origen a un barrio de calles laberínticas, en muchos casos estrechas y en pendiente, que están atiborradas de tabernas y restaurantes. El mayor atractivo es pasear por sus calles, repletas de tiendas, como por ejemplo en la calle Adrianou. Entre sus atractivos turísticos está la linterna de Lisícrates, erigida por el corego Lisícrates en 335-334 a. C. para conmemorar la entrega del primer premio ese año a una de las obras que había patrocinado.

En la parte alta de Plaka encontramos el pequeño barrio de Anafiotika. Las casas de Anafiotika fueron construidas a mediados del siglo XIX por una población de albañiles provenientes de la isla de Anafi, en las Cícladas, que se trasladaron a Atenas para la construcción del palacio del Rey Otón. Es por tanto un barrio típicamente cicládico, con pequeñas casas de un piso, de fuertes colores blanco y azul, encaramadas a la ladera y formando tortuosas callejuelas. Finalizamos el día cenando fabulosamente en el Restaurant Scholarhio.